El sonido conserva una cualidad ilimitada de poderes físicos que van más allá de la fluctuación de las partículas del aire, fenómeno que al convertirse en ondas mecánicas su presión genera una información sonora al medio donde se desarrolla y percibidas por nuestro cerebro. Podríamos hablar de la relación entre el cerebro y el sonido, los cuales tienen resultados benéficos para el ser humano pero, este ensayo pretende apuntar hacia como debemos entender y percibir el sonido con una conciencia musical y civil.
Las ondas sonaras viajan de una manera impresionante, aunque no las podamos ver nuestros oídos reciben estas vibraciones prácticamente de inmediato al momento en que el cuerpo sonoro es excitado. Bien sabemos que no podemos evitar escuchar como dejar de ver con simplemente cerrar nuestros ojos. Por esta razón el sonido representa una responsabilidad ciudadana donde a todos nos pertenece su divulgación tanto como: Beneficios para la salud, estilo de vida, formas musicales, comportamiento físico, etc.
Un ejemplo musical nos ayudaría a estudiar el comportamiento humano cuando escucha música en una escala de decibeles (la intensidad del sonido), muy elevada. Existen dos tipos de música: sintetizada y sin tratamiento. Normalmente la música comercial (en la radio) es una onda trabajada en un formato de un mismo decibel, es decir que no tiene una variación regular entre sus ondas (matices).
Esto ocasiona en el cerebro humano una tensión que se puede drenar de diferentes formas depende del tipo de música que se está escuchando y del individuo.
Estudios realizados en Francia en la semana del sonido arrojaron que, la música del momento juvenil específicamente estilos como: Rock, Pop, Electrónica, Rap, etc. Son frecuentemente escuchados a un nivel de volumen (decibeles) muy elevados y, al escucharse en grupos de personas la tensión a la cual el cerebro es sometida, indirectamente nos manda una señal inconsciente de generar violencia, incluso más bajo los efectos del Alcohol o las Drogas. Caracas es una ciudad muy ruidosa por consecuente el nivel de violencia es muy alto, se puede percibir el sonido desde varios aspectos a decibeles insoportables para el cerebro humano.
Mi invitación y misión como Compositor, es predicar lo que está en juego cuando el volumen muy elevado o el ruido de las máquinas incluso de gritarnos, nos cubren con facilidad. Debemos percibir nuestro entorno saberlo escuchar y darle matiz a nuestra voz, la música clásica tiene cualidades positivas para el ser humano, debido a sus matices (varias intensidades) estimulan nuestro cerebro creando conexiones emocionales que llegan hasta nuestro más profundo ser, nuestras almas.
Salomón Rojas
Cátedra de Violín
No hay comentarios:
Publicar un comentario