miércoles, 25 de octubre de 2017

REFLEXIÓN



En esta oportunidad voy a regalar una reflexión.

Nuestro país está colmado de personas con muchas aptitudes para la música. Hay quienes prefieren dedicarse a hacer algo distinto por diversas razones. Sería interesante motivar a cada talento para que pueda obtener conocimientos y pueda desenvolverse de una manera profesional.

Esto lo podemos lograr incentivando a niños, adolescentes y adultos también a fijar atención en el lenguaje maravilloso y universal de la música. En el canto, por ejemplo, aparte de ayudarnos a respirar saludablemente y relajarnos, nos lleva a manejar un instrumento que involucra al cuerpo entero, tanto la parte física como la espiritual y eso se va a reflejar en el día a día.

Cada persona tiene un instrumento distinto y es allí lo fascinante. Hay variaciones en cuanto a edad, contextura física, la manera de “ver” lo que ocurre en cuerpo, lo que se piensa, cómo se valora, lo que se escucha, cómo se escucha, lo que se siente y cómo se siente. 

Cada característica se inmiscuye dentro de la técnica vocal, afinación, proyección, para conseguir expresar con comodidad y disfrutar plenamente al cantar que es la meta final.

Les exhorto a hurgar y atreverse a compartir talentos con el mundo.

¡Saludos!
Lisseth Barres
Cátedra de Canto Popular 



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