Una de las formas
musicales, por decir innovadoras, surge a partir del característico periodo
musical conocido como “el clasicismo” periodo en que se destacan compositores como Joseph Haydn, Wolfgang
Amadeus Mozart y por último, Ludwig Van Beethoven. En el clasicismo, hubo
nuevas formas de hacer música, por lo tanto, formas como cuarteto, tríos,
pequeños ensambles y más tarde, orquestas sinfónicas.
Todas estas agrupaciones
que fueron paulatinamente forjándose,
siendo una suerte experimento en cuanto al sonido y la textura musical. Para
ubicarnos en un plano más característico de lo que representa el clasicismo, es
la exposición de una melodía que está acompañada por acordes que cumplen con
series de intervalos de terceras y quintas, conocidos como acordes consonantes,
no había disonancias. Es necesario acotar además, que la melodía cumplía con
una re exposición en el quinto grado (dominante), en dichos preceptos, se presenta
la forma musical sonata, para uno o dos instrumentos. Más tarde, la sinfonía, para
varios instrumentos pero posee los mismos preceptos de la sonata: la
presentación de un tema, el desarrollo que está integrado por modulaciones y por último la re exposición del mismo tema
en una tonalidad distinta, aunque cercana.
En el trabajo de estas formas
musicales que estaba integrado por varios instrumentos, la melodía era expuesta
por un instrumento y los demás instrumentos complementaban la melodía como
acompañamiento, más tarde se confería el protagonismo a un instrumento,
denominado como instrumento solista, la masa orquestal cargaba con la melodía
acompañante, dando vida a la forma musical “concierto”. Vemos a continuación
para ejemplificar un poco el primer concierto para piano de Beethoven, cuya
instrumentación tiene una melodía, y luego dicha melodía está expuesta en
la misma tonalidad pero es destacada por
el piano, hay un juego de preguntas y respuesta: Solista- orquesta- solista-
orquesta- cadencia solista.
A diferencia del concierto y la sonata, podemos
hablar un poco sobre la forma musical sinfonía,
cuya instrumentación es diversa, salvo que no tiene un instrumento
solista, con similitud de las formas
musicales sonata y concierto, cumple con la exposición del tema, desarrollo y
re exposición, distribuyéndose en varios movimientos como un allegro, que se
presenta en una tonalidad determinada, luego un segundo movimiento que se
presenta en el quinto grado de la tonalidad previamente establecida
presentándose como lento, largo y por
último la re exposición que es la variación del primer movimiento, y vuelve a
la misma tonalidad, también entendiéndose que en materia prima, la dominante
siempre se desplaza hacia el primer grado.
Para concluir, podríamos decir que
el clasicismo musical, es un atrevimiento de romper con algunos paradigmas del
periodo barroco. En el barroco tenemos una filosofía, una concepción más bien
religiosa, una arquitectura musical que se construyó en base a múltiples voces,
un juego musical donde las voces hacían cosas totalmente diferentes, su sonido
a la percepción auditiva podía resultar un tanto inquietante por la dispersión,
pero en la partitura, había una arquitectura, muy bien construida,
matemáticamente bien pensando, había razón de ser de todas las voces,
intervalos también consonantes y disonancias bien pensadas y estructuradas,
dando vida la polifonía, de lo contrario
el clasicismo jugó más con las formas musicales que podían ser fundadas en base
a más de un instrumento que sonara de forma simultanea pero con una misma línea
melódica.
La música por ultimo, posee una gran presencia del cálculo
aritmético, dentro de los sonidos que pueden resultar agradables, tienen una
razón matemática de ser. Tenemos un ejemplo muy clave acerca del resurgimiento
de esta corriente musical, que fue rescatada por Igor Stravinski en su obra
“Edipo Rey” Opera- oratorio de en dos actos cuya música esta traducida al
latín, por ser lengua muerta y la música respondía a esos patrones hieráticos,
inmóviles, melodías acompañadas, que dramatizaban el friso griego, las columnas
estables, la construcción, armónica y perfecta de la música.
Marielle Bogady
Profesora de la Cátedra de Piano