El primer paso para manejar el estrés es reconocer la presencia del estrés en la vida diaria. Todo el mundo experimenta el estrés de manera diferente. Es posible que se enoje o esté irritable, algunas personas se muestran agresivas, defensivas, ensimismadas, deprimidas; también pueden identificarse algunas señales físicas, que no pueda dormir, que sufra dolores de cabeza o malestar estomacal. ¿Cuáles son las señales del estrés en usted? Una vez que conozca las señales que debe buscar podrá comenzar a manejarlo.
El estrés no llega solo, viene dado a fuentes o situaciones que pueden provocarlo, pueden ser la familia, el trabajo, las relaciones, el dinero, los problemas de salud, la situación del país. Una vez que comprenda de dónde viene su estrés podrá idear maneras con las cuales lidiar con lo que esto pueda genérale.
No identificar la fuente del estrés, lo que nos genera y como esto puede afectar nuestra vida pone en riesgo el balance personal entre lo físico, emocional, mental y espiritual afectando directamente nuestras relaciones más cercanas quizás de una manera inconsciente.
Los primeros pasos para manejar el estrés están enfocados en:
La conciencia y aceptación de lo que no podemos cambiar, esto nos ayudara a dejar de vivir en la expectativa de lo que va a pasar o no.
Evitar las situaciones estresantes, por muy difícil que sea siempre podemos alejarnos de la fuente por ejemplo de las noticias negativas o mensajes que nos pongan de nuevo en riesgo la integridad de las emociones.
Hacer algo que disfrute. Cuando el estrés nos decae, hacer algo que disfrutemos puede ayudar a ponernos de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver su película favorita o salir a cenar con un amigo, comenzar un nuevo pasatiempo o hacer algo creativo. Sin importar lo que elija, debemos intentar hacer al menos una cosa al día que sea solo para nosotros.
Cambiar la perspectiva, Intentar desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Se puede lograr reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre todo sale mal?", cambiar esa idea por, "puedo encontrar una manera de superar esto". Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero ayuda considerablemente a dar un giro a nuestra perspectiva, disminuyendo vivir constantemente en la expectativa.
Aprender nuevas maneras para relajarse, la práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación le ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí. Relajarse y Respirar es una herramienta vital en el manejo del estrés.
Fátima Fernández
Profesora de Desarrollo Personal